Restaurando el cristianismo original—¡para hoy!

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Fred R. Coulter

Ministro

 

14 de junio de 2023

         

Queridos hermanos,

 

              Ahora que hemos observado Pentecostés, ¿cómo será este verano antes de las fiestas de otoño? ¿Veremos más profecías cumplidas? ¿Seguirá aumentando la obsesión mortal de nuestra nación con las drogas? ¿Seguirá aumentando el crimen rampante de todo tipo? ¿Se expondrá y corregirá la corrupción empresarial y política—incluso en los niveles más altos? ¿Serán procesados los criminales—comenzando con Biden? ¿Terminará la guerra en Ucrania? ¿Habrá otra guerra en otro lugar, tal vez en Taiwán? ¿El hambre, los terremotos y las erupciones volcánicas causarán grandes desastres y más muertes humanas?

          ¿Se acercarán las naciones del mundo a la marca de la bestia y al gobierno mundial venidero? ¿Ocurrirá pronto el colapso del dólar? Durante veinte años se nos ha advertido que sucederá. Pero aún no ha tenido lugar, a pesar de la deuda de la nación—que ahora asciende a la asombrosa cifra de ¡$32 billones! Eso significa que cada persona en USA, independientemente de su edad, tiene una deuda pendiente de $280,000. Esa es solo la deuda de USA—¡y sigue subiendo y subiendo!

          Además de los problemas financieros de nuestra nación, todo el sistema bancario mundial está repleto de casi $300 billones en derivados financieros—el esquema de apuestas más grande en la historia del mundo. Si ese castillo de naipes cae, lo cual sucederá, ¡todo el sistema bancario mundial estará 100% arruinado! Esto es probablemente para lo que está trabajando la súper élite dirigida por Satanás, de modo que pueden implementar un nuevo sistema bancario mundial basado en una moneda digital, que conducirá a la marca de la bestia, exactamente como nos dice la profecía en Apocalipsis: “ Y hace [la bestia] a todos, los pequeños y los grandes, y los ricos y los pobres, y los libres y los limitados, recibir una marca en su mano derecha, o en su frente; para que nadie pueda tener la habilidad de comprar o vender a menos que tenga la marca, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí está la sabiduría. Aquel que tenga entendimiento cuente el número de la bestia; porque es un número de hombre, y su número es 666” (Apocalipsis 13:16-18).

          A causa de todos estos problemas gigantescos, cada uno de nosotros necesita tener una suficiente reserva de alimentos y otros artículos. Si todo el sistema bancario mundial falla, llegará un momento en que nadie podrá comprar casi nada. Habrá escasez de todo, especialmente de alimentos. ¡Debemos estar preparados, porque vendrá!

          Profecías claves a tener en cuenta: Es realmente sorprendente: Si los protestantes realmente creen en Jesucristo, como lo profesan, ¿por qué no creen lo que Él dijo? ¿Por qué siguen a los hombres y sus predicciones confusas de los últimos tiempos sin probar si están predicando la verdad o no? Una simple lectura de los Evangelios les daría la guía que tanto necesitan. Con respecto a su regreso, Jesús advirtió: “Entonces si cualquiera les dice, ‘He aquí, aquí está el Cristo,’ o, ‘Él está allí,’ no lo crean. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y maravillas, para engañar, si es posible, aun a los elegidos. He aquí, se los he predicho. Por lo tanto, si ellos les dicen, ‘¡Vengan y vean! Él está en el lugar desolado’; no vayan. ‘¡Vengan y vean! Él está en las cámaras secretas’; NO LO CREAN. Porque como la luz del día, la cual sale del oriente y resplandece tan lejos como el occidente, así será la venida del Hijo de hombre. ….El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras nunca pasarán. Pero concerniente a ese día, y a la hora, nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, sino solamente Mi Padre” (Mateo 24:23-27, 35-36).

          La verdad es que la Biblia no enseña de un rapto, ni una fecha de calendario específica para tal evento. Sin embargo, todo el mundo protestante cree en estas profecías confusas. Tales doctrinas se basan en una mala interpretación completa de las Escrituras, enraizadas en la falsa creencia de que al morir el alma inmortal de una persona va al cielo. Piénselo: si las almas inmortales van al cielo, entonces no hay necesidad de la resurrección de los muertos, como enseña la Biblia.

          Hoy, como lo fue en los días de Jeremías, el mundo está lleno de falsos ministros y falsos profesores que afirman representar a Dios—pero no lo hacen. Jeremías profetizó sobre el juicio de Dios contra ellos: ““Ay de los pastores quienes destruyen y dispersan las ovejas de Mi pastura,” dice el SEÑOR. Por tanto así dice el SEÑOR, Dios de Israel, contra los pastores quienes alimentan a Mi pueblo, “Ustedes han esparcido Mi rebaño, y los han ahuyentado, y no han cuidado de ellos. He aquí, Yo traeré sobre ustedes la maldad de sus hechos,” dice el SEÑOR. “Porque ambos el profeta y el sacerdote son impíos; sí, en Mi casa he encontrado su maldad,” dice el SEÑOR. “Entonces sus caminos serán para ellos como caminos resbaladizos en la oscuridad; ellos serán llevados, y caerán en sus caminos; porque Yo traeré mal sobre ellos, incluso el año de su juicio,” dice el SEÑOR. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, “No escuchen las palabras de los profetas que les profetizan. Ellos los hacen vanos; hablan una visión de su propio corazón, no de la boca del SEÑOR” (Jeremías 23:1-2, 11-12, 16).

          Los dos testigos—falsa alarma: Hace varios años, hubo un supuesto “ministro” de una iglesia de Dios que anunció que él y su esposa eran los dos testigos. Tan tonto como eso fue, algunas personas creyeron sus afirmaciones y lo siguieron—enviándole mucho dinero. Con el paso del tiempo, sus afirmaciones no se cumplieron. Piénselo: nunca estuvieron en Jerusalén, nunca se vistieron de cilicio, y nunca hicieron descender plagas del cielo tantas veces como quisieron, como se describe en Apocalipsis 11. Además, la duración del ministerio de los dos testigos debe ser “1260 días”—un hecho que fallaron en recordar y que, para ellos, hace mucho expiró. El dinero que le enviaban los hermanos no se usaban para la predicación del Evangelio; en vez, la mayoría de los fondos se enviaron a un banco en Suiza. El banco lo informó al IRS, y sus agentes golpearon a su puerta con una orden de arresto. Fue enviado a prisión por cinco años. Obviamente, él y su esposa no son los dos testigos—y nunca lo serán. Demasiado de autoproclamados profetas.

          Otros "ministros" están constantemente haciendo afirmaciones extravagantes. Hacen eso para controlar a la gente y ganar dinero—diciendo "¡La profecía se está acelerando!" mientras aplican mal ciertos pasajes Bíblicos. Por ejemplo, Mateo 24:22 en la Reina Valera dice: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” Usando este verso en conjunto con Romanos 9:28—“Porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud” (RV)—afirman que Dios va a “ acortar” el marco de tiempo de la profecía del tiempo del fin.

          Pero no se dan cuenta de que ambos versículos están mal traducidos en la Valera. El significado, sin embargo, es claro en la Versión Fiel , que traduce correctamente los pasajes de la siguiente manera: “Porque entonces habrá gran tribulación, tal como no la ha habido desde el principio del mundo hasta este tiempo, ni la habrá nuevamente. Y si aquellos días no fueran LIMITADOS, ninguna carne sería salva; pero por amor a los elegidos aquellos días serán LIMITADOS.Porque Él está cumpliendo y LIMITANDO el asunto en justicia; porque el Señor LIMITARÁ el asunto que está haciendo sobre la tierra”” (Mateo 24:21-22; Romanos 9:28). Esto transmite con precisión el verdadero significado, que concuerda con otros pasajes relacionados con los últimos tiempos—a saber, que Dios ha predeterminado y limitado el tiempo de la Gran Tribulación a tres años y medio. Estas escrituras de ninguna manera transmiten el significado de la RV de que Dios intervendría y acortaría Sus propias profecías con respecto a los tres años y medio.

          Así, las profecías no se están acelerando. Las profecías tampoco se están desacelerando. Están justo a tiempo—el tiempo de Dios, no el tiempo erróneo del hombre. Recuerde, mientras Dios tiene Su tiempo, nosotros solo podemos interpretar su cumplimiento por los eventos a medida que se desarrollan—no por fechas específicas. Como Jesús dijo a sus apóstoles: “No es para ustedes saber los tiempos o las temporadas, las cuales el Padre ha establecido en Su propia autoridad” (Hechos 1:7).

          Las fiestas y los días santos de Dios crean un marco para la profecía Bíblica—dándonos así un conocimiento considerable de Su plan. Pablo escribió: “Ahora entonces, concerniente a los tiempos y las temporadas [el regreso de Cristo y la resurrección], hermanos, no hay necesidad que les escriba; porque ustedes mismos entienden perfectamente que el día del Señor vendrá exactamente como un ladrón viene por la noche. Porque cuando ellos dicen, “Paz y seguridad,” [muy probablemente al comienzo de los últimos 7 años] entonces destrucción repentina vendrá sobre ellos, [después de 3 años y medio cuando comience la Gran Tribulación] como trabajo de parto viene sobre una mujer que está con hijo; y por ningún medio escaparán” (I Tesalonicenses 5:1-3).

          Mientras nos acercamos al tiempo del fin, los justos entenderán más—tal como escribe Daniel: “[P]orque las palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán purificados, y emblanquecidos, y refinados. Pero el malvado hará malvadamente; y ninguno de los malvados entenderá, pero el SABIO [los que creen, aman y obedecen a Dios el Padre ya Jesucristo] ENTENDERÁ” (Daniel 12:9-10). Esta es una promesa de Dios. Sin embargo, nuestro entendimiento será únicamente por eventos como ocurran, y no por fechas específicas.

          Por ejemplo: Dios le dio a Daniel la profecía de las 70 semanas en el capítulo 9. Sabemos por los eventos de la reconstrucción de Jerusalén (después de los 70 años del exilio de los judíos en Babilonia) que las primeras siete semanas, que equivalen a 49 años, se han completado.  También sabemos que el siguiente segmento de 62 semanas (que equivalen a 434 años) hasta la venida del Mesías se ha cumplido. Sin embargo, queda la semana 70, que equivale a 7 años, que aún no se ha cumplido: “Y el pueblo del príncipe que vendrá destruirá la ciudad y el santuario. Y el fin de ella será con inundación, y hasta el fin de la guerra desolaciones están determinadas. Y él confirmará un pacto firme con muchos por una semana [7 años]. Y en el medio de la semana [después de 3 años y medio] hará cesar el sacrificio y la ofrenda, y por la muchedumbre de las abominaciones vendrá uno que desola incluso hasta la consumación. Y el fin determinado completamente el cual ya está decretado será derramado sobre el desolador”” (Daniel 9:26-27). Sabemos que este evento aún no se ha cumplido, porque aún no ha aparecido en escena la Bestia final de Apocalipsis 13, ni se ha construido el Templo judío del tiempo del fin.

          Cuando el príncipe del pueblo, la Bestia final, se pare en el lugar santo y haga cesar los sacrificios, entonces y solo entonces comenzará la Gran Tribulación. Jesús advierte: “Por tanto, cuando vean la abominación desoladora [este es un evento , no una fecha fija], la cual fue hablada por Daniel el profeta, de pie en el lugar santo (quien lea, entienda),Porque entonces habrá gran tribulación, tal como no la ha habido desde el principio del mundo hasta este tiempo, ni la habrá nuevamente. Y si aquellos días no fueran limitados [la profecía muestra que está limitado a 3 años y medio], ninguna carne sería salva; pero por amor a los elegidos aquellos días serán limitados” (Mateo 24:15, 21-22).

          Estas profecías nos dicen que debemos estar atentos a que ocurran eventos específicos, sin darnos una fecha específica. Debemos estar atentos a estos tres eventos por venir:

          • La aparición de la bestia final (Daniel 9:26; Apocalipsis 13:1-10).

          • La reconstrucción del Templo (Daniel 9:27; 12:11; Mateo 24:15; II Tesalonicenses 2:1-12).

          • La suspensión de los sacrificios (Daniel 9:27).

          Cuando estos eventos ocurran en ese orden, sabremos que la Gran Tribulación ha comenzado. Mientras tanto, no debemos permitir que ninguna enseñanza contraria de los hombres nos engañe. Debemos seguir las Escrituras y observar los eventos. Si bien hay otros eventos proféticos que ocurrirán, estas son las tres profecías clave que debemos observar. Y aunque veremos surgir muchos problemas profundos, la Gran Tribulación no puede comenzar sino hasta que estos tres eventos hayan ocurrido.

          Hermanos, nuevamente damos gracias a Dios por la bendición de servirles para que puedan seguir amando a Dios y creciendo en gracia y conocimiento cada día. Gracias por llegar a otros hermanos y también a nuevas personas, dirigiéndolos a La Verdad de Dios. Una vez más, gracias por sus oraciones por nosotros y todos los hermanos. Oramos por ustedes diariamente—por su sanidad, por su protección y consuelo, que crezcan en el amor y la gracia de Dios, que se amen unos a otros, y que Dios esté con ustedes en toda circunstancia y los bendiga de toda forma. Especialmente en estos tiempos económicos difíciles, les agradecemos por sus diezmos y ofrendas, para que juntos podamos continuar proveyendo el Evangelio sin costo a todos los que lo soliciten. El método de Dios es perfecto. Todos damos para poder servir a otros, quienes a su vez pueden corresponder con sus diezmos y ofrendas. Este es el camino de Dios. Recuerde, cada  día debemos permanecer en gracia, caminar en fe, creer en la esperanza y vivir en amor.

 

Con amor en Cristo Jesús,

 

Fred R. Coulter

 

FRC

 

Prefacio del nuevo libro: Lo que sigue es el Prefacio de nuestro nuevo libro El Espíritu Santo—el Poder de Dios: una perspectiva Bíblica. Estará listo para enviárselo en aproximadamente 6 a 8 semanas. Este libro demuestra que la Biblia no enseña que el Espíritu Santo es una persona en una trinidad divina, sino que es el poder mismo de Dios.

 

Prefacio

 

Este libro será uno de los más importantes que puede leer. El Espíritu Santo—el poder de Dios abordará las suposiciones erróneas comunes sobre este tema y responderá la pregunta: "¿Qué es el Espíritu Santo de Dios?"

          Y será una perspectiva Bíblica. Esto significa que estará basado en las verdaderas enseñanzas de la Biblia—la inspirada Palabra de Dios—no en las enseñanzas y doctrinas ampliamente aceptadas por el cristianismo ortodoxo. Hoy en día, las Sagradas Escrituras están preservadas fielmente como el Texto Hebreo Masorético del Antiguo Testamento y el Texto Recibido (Griego) del Nuevo Testamento (Textus Receptus).

          Jesús declaró que la Palabra de Dios “es la verdad” del “único Dios verdadero” (Juan 17:17, 3). Además, Jesús dijo enfáticamente: “No piensen que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no vine a abolir, sino a cumplir [completar]. Porque verdaderamente les digo, hasta que el cielo y la tierra pasen, una jota o una tilde en ninguna forma pasará de la Ley hasta que todo haya sido cumplido” (Mateo 5:17-18).

          Durante la tentación de Jesús, Satanás el diablo le dijo que ordenara que las piedras se convirtieran en pan. Jesús respondió enfáticamente citando las Escrituras: “El hombre no vivirá de pan solamente, sino de cada palabra que procede de la boca de Dios” (Mateo 4:4, Lucas 4:4; Deuteronomio 8:3).

          Con respecto a la Palabra de Dios, el apóstol Pablo escribe: “ Toda Escritura [Antiguo y Nuevo Testamento] es respirada de Dios y es provechosa para doctrina, para convicción, para corrección, para instrucción en justicia” (II Timoteo 3:16). Asimismo, el apóstol Pedro escribió: “Sabiendo esto primero, que ninguna profecía de la Escritura se originó como interpretación privada propia de alguien; porque la profecía no fue traída en ningún momento por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron como fueron movidos por el Espíritu Santo” (II Pedro 1:20-21).

          Hoy, el cristianismo acepta una gran cantidad de tradiciones hechas por el hombre que reflejan prácticas religiosas paganas y reemplazan la Palabra inspirada de Dios. Pero el hecho de que tales tradiciones hayan sido ratificadas por autoridades y concilios supuestamente cristianos no significa que Dios las haya aceptado. ¡Seguramente no lo ha hecho!

          La Palabra de Dios nos dice: “Sean cuidadosos de observar y obedecer todas estas palabras las cuales les mando, para que pueda irles bien a ustedes y a sus hijos después de ustedes para siempre cuando hagan esto lo cual es bueno y recto a la vista del SEÑOR su Dios” (Deuteronomio 12:28). Luego Dios da una advertencia de no adorar a dioses paganos: “Presten atención a sí mismos que no lleguen a estar atrapados por seguirlas, después que sean destruidas de delante de ustedes, y no pregunten acerca de sus dioses, diciendo, ‘¿Cómo sirvieron estas naciones a sus dioses para que yo pueda también hacer de la misma manera?’ No harán así al SEÑOR su Dios, porque cada abominación al SEÑOR, las cuales Él odia, ellos han hecho a sus dioses; incluso a sus hijos y sus hijas han quemado en el fuego a sus dioses. Cualquier cosa que les mando, sean cuidadosos de hacerla. No adicionarán a esto, ni quitarán de esto” (versículos 30-32).

          De los Proverbios de Salomón, Dios declara esto a cualquiera que cambiaría la Palabra de Dios: “¿Quién ha subido al cielo y ha descendido? ¿Quién ha reunido el viento en Sus puños? ¿Quién ha atado las aguas en Sus vestidos? ¿Quién ha establecido todos los fines de la tierra? ¿Cuál es Su nombre, y cuál es el nombre de Su Hijo, si sabes? Toda palabra de Dios es pura; Él es un escudo para aquellos quienes ponen su confianza en Él. No adiciones a Sus palabras, no sea que Él te corrija y seas encontrado un mentiroso” (Proverbios 30:4-6).

          En el Nuevo Testamento encontramos que Jesús dijo: “Aquel que tiene Mis mandamientos, y los está guardando, ese es quien Me ama; y quien Me ama será amado por Mi Padre, y Yo lo amaré, y Me manifestaré Yo mismo a él.”“Si alguno Me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y Nosotros vendremos a él, y haremos Nuestra morada con él. Aquel que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre, Quien Me envió” (Juan 14:21, 23-24).

          En la advertencia final al final de la Biblia, Jesús proclamó: “Porque yo conjuntamente testifico a todo el que oiga las palabras de la profecía de este libro [toda la Biblia], que si cualquiera añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro. Y si cualquiera quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro” (Apocalipsis 22:18-19).

          Cuando se enfrentó a las autoridades religiosas de su época, Jesús denunció la miríada de tradiciones del judaísmo: “Y Él respondió y les dijo, “Bien profetizó Isaías concerniente a ustedes hipócritas, como está escrito, ‘Este pueblo Me honra con sus labios, pero sus corazones están lejos de Mí. Pero en vano Me adoran, enseñando por doctrina los mandamientos de hombres.’ .' Por dejar el mandamiento de Dios, ustedes se aferran a la tradición de hombres, tal como el lavado de ollas y copas; y practican muchas otras cosas como esta.”Muy bien rechazan el mandamiento de Dios, para poder guardar su propia tradición.… [Así] Anulando la autoridad de la Palabra de Dios por su tradición la cual ustedes han transmitido; y practican muchas tradiciones tales como esta”” (Marcos 7:6-9, 13).

          Estas palabras de Jesucristo se pueden aplicar a las tradiciones y enseñanzas del cristianismo ortodoxo, particularmente en lo que respecta a la visión tradicional de que el Espíritu Santo es parte de una divinidad trinitaria. Pero como mostrará este libro, tales enseñanzas fueron formuladas sobre las filosofías religiosas paganas de los hombres.

          Advertencia del apóstol Pablo: Como apóstol de Dios a los gentiles, Pablo se enfrentó continuamente con las filosofías religiosas paganas griegas—además de las confrontaciones que tuvo con los judíos por sus tradiciones. En su epístola a los colosenses, Pablo advierte a los hermanos que estén en guardia contra tales filosofías, ya que no añaden nada a las verdaderas enseñanzas de las Escrituras. De hecho, abrazar tales falsedades lo aleja a uno de la verdad de Dios y lo lleva al paganismo, la idolatría y la aceptación de las tradiciones humanas. Note lo que Pablo escribió:

          “Ahora, quiero que entiendan cuan gran preocupación tengo por ustedes, y por aquellos en Laodicea, y por tantos como no han visto mi cara en la carne; que sus corazones puedan ser animados, siendo tejidos juntamente en amor hacia todas las riquezas de la plena seguridad de entendimiento, hacia el conocimiento del misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo; En Quien están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Ahora, esto digo para que nadie pueda engañarlos con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ciertamente ausente en la carne, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, alegrándome y considerando su orden, y la firmeza de su fe en Cristo. Por tanto, como han recibido a Cristo Jesús el Señor, estén caminando en Él; siendo arraigados y construidos en Él, y siendo confirmados en la fe, exactamente como fueron enseñados, abundando en ella con acción de gracias.

          “Estén en guardia para que nadie los tome cautivos a través de filosofía y vano engaño, de acuerdo a las tradiciones de hombres, de acuerdo a los elementos del mundo, y no de acuerdo a Cristo.

          “Porque en Él vive corporalmente toda la plenitud de la Divinidad; y ustedes están completos en Él, Quien es la Cabeza de todo principado y poder en Quien también han sido circuncidados con la circuncisión no hecha por manos, quitando el cuerpo de los pecados de la carne por la circuncisión de Cristo; habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, por el cual también han sido levantados con Él a través de la obra interna de Dios, Quien lo levantó a Él de los muertos.

          “A ustedes, quienes estaban una vez muertos en sus pecados y en la incircuncisión de su carne, ahora Él los ha hecho vivos con Él, habiendo perdonado todas sus ofensas. Él ha borrado la nota de deuda contra nosotros con los decretos de nuestros pecados, la cual nos era contraria; y la ha quitado, habiéndola clavado a la cruz. Tras despojar los principados y los poderes, Él hizo un espectáculo público de ellos, y ha triunfado sobre ellos en eso” (Colosenses 2:1-15). (En la frase “ha triunfado sobre ellos en eso”, eso se refiere a Su muerte y resurrección—mediante las cuales Jesús triunfó sobre Satanás y todos los poderes del mal).

          Pablo continúa: No permitan que nadie los defraude del premio [la vida eterna en la resurrección] haciendo la voluntad de él en auto-degradación y adoración a ángeles, entrometiéndose en cosas que él no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal y no aferrándose a la Cabeza, de Quien todo el cuerpo, siendo suplido y tejido juntamente por las uniones y bandas, está incrementándose con el incremento de Dios.

          “Por tanto, si ustedes han muerto a los elementos del mundo juntamente con Cristo [a través del bautismo], ¿por qué están sujetándose a sí mismos a los decretos de hombres como si estuvieran viviendo en el mundo? Ellos dicen, ‘¡No pueden manipular! ¡No pueden catar! ¡No pueden tocar!’ El uso de todas esas cosas lleva a corrupción, de acuerdo a los mandamientos y doctrinas de hombres, las cuales ciertamente tienen una apariencia externa de sabiduría en adoración voluntaria a ángeles, y auto-degradación, y despiadado tratamiento del cuerpo, no en ninguna consideración a la satisfacción de las necesidades de la carne” (versículos 18-23).

          Pablo nos amonesta a “probar todas las cosas”—y a “aferrarnos” a lo que es bueno y recto (I Tesalonicenses 5:21). Y puede probar a través de las Escrituras que el Espíritu Santo no es una tercera persona de algún tipo de trinidad—como lo enseñan las filosofías y tradiciones de los hombres. Más bien, como este libro demostrará a través de las Escrituras, ¡el Espíritu Santo es en realidad el mismo poder de Dios!